La Casa del Patron

Llevo años yendo a este restaurante y teniéndolo como referencia pero tras la pandemia ha ido a peor en cuanto a calidad de los productos. El servicio tampoco es lo que era. Lo más destacable del otro día fue la pésima calidad del pulpo, el peor que he comido nunca, tan malo que no nos lo pudimos comer.

Hubo que cambiar varias veces el número de comensales,por nuestra culpa, tras la primera reserva, y siempre con una sonrisa y un excelente trato y comprensión. Comimos de carta, y tod@s muy a gusto, mención especial a la lubina. Relación calidad precio excelente, sobre todo la profesionalidad del personal.Muy recomendable y un bonito entorno con la terraza acristalada

Nos alojamos en la buhardilla, llegamos sobre las 19 hrs.de la tarde y la calefacción apagada. Lo comentamos con el recepcionista y no dijo que la encendiésemos, es lo que hicimos al llegar. Pasamos un frio horrible ya que no se caldeo hasta bien entrada la madrugada. Horrible

Perfecto. Los camareros muy agradables; la comida muy buena y el entorno perfecto. Los pinxos están de muerte. Los desayunos muy completos. Mucha tranquilidad en el entorno del hotel. Al lado se encuentra el Gorbeia en el cual hay varias rutas tanto en bici como a pie.

Ir a pedir y que traten con desprecio es lo peor que te puede pasar,domingo a la hora del vermu, me atiende un camarero alto y moreno, no me miraba , simplemente miraba de un lado a otro y susurraba , le pregunte sobre las croquetas de jamon , si iban pon racion o por unds , susurraba y no le podia escuchar, al final decidio el comandar una racion de croquetas , le volvi a preguntar que como iban las croquetas , le sento mal y no paraba de hacer aspavientos , cuando por fin pude descifrar que solo sacaban la racion de 12 unds le dije que no las queria , le sento fatal y siguio con sus aspavientos de una lado a otro,pedi unas rabas,una caña todtada, dos gildas y un vemouth, la caña nunca me la llego a entregar, la dejo al lado del cañero, me cobro y se fue. Me hizo sentir fatal y me fui muy cabreado , no entiendo que alguien que trabaje de cara al publico pueda resultar tan desagradable y maleducado.Esta claro que no ha elegido bien su profesion .

Volviendo de un viaje a las 21:15 horas aprox. decidimos parar en este establecimiento a picar algo. Despues de visitar su web ,llamar por telefono 10 minutos antes de llegar y confirmarnos que daban bocadillos y que la cocina estaba abierta, nos dice una camarera que solo servian cenas en el comedor a pesar de que en la cafeteria había personas de picoteo. Despues de que la camarera preguntara al encargado , la razón que nos da para no servirnos un triste bocadillo de jamón es que la cocina "se encuentra colapsada " . La sensación que nos ha dado es que a pesar de que en su carta y web ofertan bacadillos, tapas,cazuelitas, etc. no nos han querido atender al considerar el poco margen de beneficio que les debe de dar un bocadillo. Recomendamos a la gerencia que elimine de la carta bocadillos o picoteos diversos o bien ponga un horario en los que los pueda servir. Logicamente , nos volvimos a Vitoria , con mal sabor de boca despues de este trato , y sobre todo siendo clientes bastante habituales.No volveremos por este desprecio ( parece que hay clientes de primera y de segunda en función del momento en que se les pille), y teniendo en cuenta que la oferta de su carta no se ajusta a la realidad.

Terraza bien preparada, ventilada, limpia. Mejor si reservas, porque suele estar bastante lleno. Además de la terraza preparada hay más mesas fuera, pero son para los días de buen tiempo. Nosotros solemos comer todos los meses un viernes varios amigos. Copazo incluido. Sitio majo.