Si tu objetivo es descansar, no tener un “plan” dejarte llevar y vivir una estadía fuera de lo común a los servicios hoteleros tradicionales, este es el lugar. La playa absolutamente tranquila , limpia y paradisiaca. El lugar es super agradable, pequeño, con capacidad para pocos visitantes, las habitaciones son amplias, cómodas, eso si nada de aire acondicionado ni televisión y menos wii fii en las habitaciones, pero para nosotros estuvo muy bien! Porque es diferente! Y eso era lo que buscábamos, desconexión. La comida es de muy buena calidad, fresca, del día, la experiencia no es la usual, nada de bufet, todos los días te dan 3 opciones de comida incluyendo 1 vegetariana, igual para desayuno y cenas. las bebidas las de ley, agua, cerveza, jugos y cócteles. El personal super amable y pendiente de nuestras necesidades. Aldo, el alma de este lugar, fue muy amable al prestarnos ayuda con la insolación de mi esposa con remedios naturales. El es super amable, prudente, si quieres interactuar con él esta bien y te contará como llegó allí! Finalmente, llegar al lugar desde Mompiche es parte de la experiencia! Debes hacerlo en marea baja y conducir por la playa.
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