Lo peor, la comunidad. Solo llegar se presentó un individuo como el presidente de la comunidad, dando lecciones de civismo. Que si las mascotas deben ir atadas, que si en la comunidad hay que respetar a los vecinos... Este mismo personaje permitió que alrededor de 15 jóvenes hicieran fiestas y alboroto hasta altas horas de la madrugada sin respetar el descanso de los vecinos en más de una ocasión. Igualmente otra persona de una finca cercana observamos como exigía a la gente que se duchara antes de entrar en la piscina, pues bien, los niños acompañantes de esa persona se permitieron orinar en el césped de la propia piscina sin reproche alguno. La gota que colmó el vaso fue al ir a hacer el check-out y ser informados de que el presunto presidente les había hecho llegar un correo con quejas y falsedades sobre nuestro comportamiento, como por ejemplo que no parábamos de fumar en el baño que estaba lleno de colillas (me pregunto como podía visualizarlo). Se da la circunstancia de que en nuestra familia nadie fuma. Solicité igualmente información a la agencia responsable del alquiler, sobre los comentarios hechos por escrito. Si bien se han mostrado amables y tenido buenas palabras, dos semanas después, no me consta que se haya hecho nada al respecto ni se haya hecho llegar nuestro desacuerdo y quejas, acerca de los comentarios y hechos sucedidos durante nuestra estancia al presunto presidente. Por todo ello, debo expresar mi enorme decepción por lo acontecido, y evidentemente a los apartamentos Palma Blanca no volveré. Es lamentable que haya personas que solo estan pendientes de exigir al resto lo que ellas mismas no son capaces de hacer. Cuando se pretende que haya civismo e higiene, hay que dar ejemplo. Fuimos simplemente a descansar unos días, alquilando un apartamento para estar lo más tranquilos posible. El viaje y la zona nos encantó, pero la tranquilidad en el apartamento no la encontramos.
Terjemahkan