Puerto Calderon

El trato muy bueno, es muy familiar nosotros estuvimos muy a gusto, la ubicación es muy buena.volveríamos a repetir el almuerzo es básico pero tiene lo necesario y las habitaciones son acogedoras tiene una terraza atrás que se está muy bien

Hemos pasado 3 noches en este hotel en una habitación para 3 personas con 3 camas individuales. Tras leer el resto de estas opiniones tenemos que decir: a ver, es cierto que quizás con un lavado de cara como por ejemplo pintura, cambio de colchones (que son de muelles), cambio de almohadas y actualización de la decoración se mejoraría pero tenemos que recordar que es un hotel de dos estrellas. Cierto es que se encuentra pegado a la carretera y se escuchan los ruidos pero es normal y tiene una buena zona de aparcamiento. El aseo era amplio, con una buena bañera y nos han cambiado las toallas cuando nos ha hecho falta. En cuanto a la limpieza también se puede mejorar, las camas limpias pero habían algunas telarañas con su araña correspondiente. Por lo demás decir que se encuentra en un punto muy céntrico para visitar lugares preciosos en Cantabria (los acantilados de Puerto Calderón y el de El Bolao son preciosos, Santillana del Mar, Comillas, Cabárceno, ...) En cuanto al alojamiento incluía desayuno, en el desayuno podemos encontrar café con leche (muy bueno), zumo de naranja (no es natural), leche con cacao, infusiones, bollería y pan para tostadas, tomate, jamón de york, queso y tomate. Por último decir que Arantxa y su marido nos han tratado genial, un trato muy familiar. En fin, es un hotel que no está mal para descansar y poder asearte tras pasar el día visitando los preciosos lugares de Cantabria

Una estancia estupenda. La habitación es amplia y la cama está bien. Teníamos balcon, armario amplio (aunque la puerta no se abría bien) y tele. En el baño había toalla y jabón, pero no hay secador (por si queréis llevar uno) El parking está justo enfrente y siempre hay aparcamiento. El desayuno está bien. El único inconveniente es el ruido de los coches de la carretera que se escucha desde la cama.

Estuvimos cerca de una semana en Agosto pero hubieramos estado mucho más, el trato con Arantxa y su madre fue excepcional, muy cercano, como si fueramos amigos de toda la vida. Muy atenta y agradable. Nos aconsejaron y orientaron de muchos stios bonitos que visitar, donde comer bien, etc. Son encantadoras. El desayuno muy variado y abundante, mejor no perderselo. Ubicado muy cerca de playas y pueblos con encanto. Agradecerles lo fácil y agradable que nos hicieron la estancia. Volveremos. Mª Jesús y Carlos desde Madrid.

Arancha, la dueña, un encanto, super amable y agradable. La habitacion algo antigua pero limpia, propia de un hotel rural. Las duchas hacen mucho ruido (se escuchaba mucho a los vecinos). El desayuno poco variado pero muy rico. En general, muy recomendable ya que está bien situado a mitad de camino de todo y el trato fue muy bueno.