No recomendable. Nefasta experiencia. Hotel anticuado con olor a cañería en el que el servicio telefónico y sobre todo el trato de recepción dejan mucho que desear. Si viajan en familia, los peques con más de dos años ya pagan como adultos para todos los servicios. La cafetería está cerrada, por lo que de modo engañoso ofrecen desayuno a 10€/persona (Buffet frío), cuando el que aparece en el listado de precio de las habitaciones es de 6€/persona. Formalizamos la reserva telefónicamente, y a nuestra llegada al hotel, nos llevamos la ingrata sorpresa que las condiciones que nos habían comunicado no nos las mantienen, poniendo en todo momento en tela de juicio nuestra palabra. Todo ello con un trato antipático, el mismo que utilizaban con el resto de los clientes que iban entrando. Ante esto la solución que nos proponen es pagar un suplemento o ponernos de patitas en la calle, todo un detalle por su parte. En ningún momento hubo mínimo atisbo de disculpa o reconocer que se podían haber equivocado. En fin, espero que algunos clientes no caigan en el mismo error que nosotros, y se sientan estafados en el mismo modo en que nos hemos sentido nosotros.
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