El hostal se encuentra ubicado en El Aguacate. La vista es quizás lo mejor que tiene para ofrecer el hostal. Precisamente por la vista es que toca subir unos 5 minutos para llegar al hostal. Es agotador pero luego te acostumbras. Benjamin y Louis, junto con el equipo de personas detrás, son muy amables y hospitalarios. Sugiero llevar efectivo, a pesar de que se puede pagar por transferencia Nequi, fuimos en semana santa y como éramos de otro banco, fue difícil resolver este tema. Nos hospedamos en cabaña los primeros dias y escuchar de noche el sonido de la selva, las ranas (si tienes miedo a las ranas, ojo, hay varias en la noche) y la lluvia es facinante. Las duchas a veces se quedan sin agua si hay varias personas en los baños. La comida, en especial los desayunos (desayunamos 3 veces) puede ser poquita en ocasiones, para las personas que comen bastante. Un nativo en la cocina podría suponer un plus en la oferta de comidas del hostal.
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