Finca Tomaren

Siamo stati ospiti del Finca Tomaren per 5 giorni a fine aprile. La struttura è stata da poco presa in gestione da Pepi che è stata la sorpresa di questa vacanza. Persona attenta, cordiale, simpatica, semplicemente straordinaria. Ci ha chiamato appena fatta la prenotazione (parla perfettamente 5 lingue) per conoscerci e capire meglio quali potessero essere le nostre esigenze ed aspettative in modo da poterci così consigliare al meglio anche sui posti da vedere a Lanzarote. All’arrivo ci ha fatto trovare un programmino sulle cose da vedere dell’isola, più tante piccole attenzioni che ci hanno fatto sentire a casa (una moka per fare il caffè nella nostra villas, oppure un barbeque perché volevamo mangiare della carne) . La struttura è bellissima e piena di verde. È leggermente all’interno dell’isola e vicina al parco nazionale di Timanfaya che è assolutamente da non perdere con una guida (noi siamo andati con Lava Trekking e ci siamo trovati bene). Secondo me è la migliore soluzione per poter godere a pieno delle bellezze di Lanzarote, e non solo perché è in posizione strategica rispetto all’sola. Ha tutte le comodità, da una bellissima piscina immersa in un giardino molto curato ed anche da una vasca jacuzzi spettacolare. Ha la sala per fare yoga (ci ha offerto una lezione gratuita (altra sorpresa). E’ lontano dalla parte superturistica con le grandi strutture alberghiere, che sono in ogni caso raggiungibili in 20 minuti di macchina che consiglio di noleggiare perché è il modo migliore di girare l’isola. Può sembrare una recensione finta ma assicuro che è frutto della esperienza assolutamente positiva che abbiamo vissuto al Finca Tomaren. Non vediamo l’ora, io e mio marito, di tornare ed ammirare le ulteriori migliorie alla struttura che ci ha illustrato Pepi al quale mandiamo un enorme abbraccio ed un grazie sincero.

Ha sido gratificante el encuentro de este lugar en pleno corazón de Lanzarote. Buscaba un sitio donde poder encontrarme a mí misma, es increíble la paz que allí se siente, el silencio, sólo el cantar de los pájaros y el viento. La casa era increíble, mágica, completamente equipada. La zona de piscina y jacuzzi te hacen sumergir en un mundo apartado de la rutina diaria. Quiero destacar el trato profesional de su personal. Pepi con su trato familiar y Agueda que hizo que cada detalle fuese especial para hacerte sentir como en casa. He disfrutado también de clases de yoga, desde luego una actividad que complementa la estancia. Sin duda una buena elección, hemos estado 4 noches y nuestro objetivo ha sido cumplido, saludos y hasta la próxima.

Estuvimos en familia en Finca Tomaren ya llegando desde la bienvenida del gerente nos encantó por qué nos hace sentir en casa y nos trasmitió serenidad y confianza. La estructura está situada en el centro de la isla y está a 15-20 min de cualquier punto de la isla, el lugar es un oasis de tranquilidad con un estilo único y con unos jardines que te transportan en una paz de perfecta armonía con el entorno volcánico, además la decoración de la isla con la mano de César Manrique colora unos elementos de orden y autenticidad que pocos lugares tienen y en Finca Tomaren lo refleja todos. Y el despertar con el canto de los pajaritos hacen que te sientas feliz. Además de tener un desayuno increíble cada día, súper recomendable calidad-precio, con productos de la isla: queso de cabra y frutas frescas de temporada, aguacate, zumo de naranja y etc., nos llenaba de placer empezar el día con mucho más ánimo y además de ser sano y saludable. En la estructura cuidan cada detalle y te ayudan en todo momento. Empezando con la encantadora Águeda que con el desayuno nos alegraba desde la mañana y su atención diaria, si nos faltaba algo en la villas toallas, papel y cualquier cosa estaba siempre a nuestra disposición, nuestro jardinero Ivan siempre sonriente cuidando de los jardines que hacen el lugar mágico, Luis que estuvo ayudando a solucionarnos un problemas técnico que solventó rápidamente, y Rubén el piscinero siempre sonriente y manteniendo la piscina y el jacuzzi limpia. En fin el gerente Pepi que hizo que nuestra estancia fuese más agradable, cómoda y atento a cada cosa y hacernos sentir mejor que en casa. Recomendamos Finca Tomaren al 100%, podemos decir que será nuestra segunda casa en Lanzarote, un 10 de 10. Volveremos seguro y muy pronto. Miles de gracias

La atención. En todo momento, desde antes de llegar, pendientes de todo. La piscina, el Jacuzzi… Los estudios y habitaciones son un lujo. No les falta de nada. Hasta freidora de aire. El wifi va bien, el parking amplio y privado. Pero lo mejor es la limpieza de todo y el encanto de Pepi, (el director) y el personal de limpieza. Como si te conociesen de toda la vida. Te aconsejan de todo, restaurantes, rutas, bodegas. Brutal, nunca nos habíamos encontrado alguien tan amante de su trabajo. El sitio está muy cerca de todo. Es ideal para conocer toda la isla. Está a 20/30 min de cualquier punto. Las bodegas de la Geria es lo más cercano y es un lujo ir de vinos por ellas. Un gustazo, recorrer la isla por las mañanas y luego relaj**** en este apartamento, la piscina, el jacuzzi, sin ruidos, sin nada que te moleste… en fin. De 10!! MUY RECOMENDABLE.

Splendida struttura nel cuore dell’isola di Lanzarote. Accoglienza ottimale da parte del direttore della struttura, il quale mi ha fatta da subito sentire a casa oltre ad avermi fornito importanti informazioni su cosa visitare e in che ordine massimizzare il viaggio. L’appartamento è arredato con cura in stile orientale. La struttura è fornita di tutto e da quel punto dell’isola si gode di un cielo stellato di rara bellezza che vale il viaggio. Piscina e jacuzzi in un giardino curato e nello stile dell’isola. Tenuta ammirevole.

Très belles petites villas dans un endroit très calme, très zen. Tout est fait pour se sentir bien mais nous avons constaté que durant notre séjour, il y a eu beaucoup de petits soucis comme des coupures de courant dans 2 villas, impossibilité de sortir sortir du domaine car le code de la porte ne fonctionnait plus, pas de nettoyage de la villa, villas très poussiéreuses, pas de réapprovisionnement en savon, ni en papier de toilette, des jours ou la piscine était recouverte d’une bâche et donc inaccessible, pas de lumières le soir, nous devions nous éclairer avec notre smartphone, la présence d’une souris dans la cuisine, chasses qui coulaient, toilettes de la piscine très sales, matelas de piscine en fin de vie,... Malgré tout cela, le réceptionniste Herman était super gentil et faisait le nécessaire pour que tout soit en ordre le plus vite possible. En résumé, c’est un très bel endroit, avec beaucoup de potentiel mais complètement abandonné en ce moment...Quel dommage...