El hotel está bien ubicado, a pasos del Parque San Martín y el teleférico del cerro San Bernardo y a unas 6 cuadras de la plaza 9 de julio en una zona tranquila. Las habitaciones son pequeñas y poco equipadas, con una limpieza correcta. La señal de TV y el wi fi son bastante malos. El desayuno es básico pero correcto, con un amplio horario de servicio, aunque el espacio desayunador es muy pequeño para la cantidad de habitaciones, sobre todo en momentos de alta ocupación. En el mismo sector funciona el restaurante, con precios razonables y comida rica. Se destaca la calidez de su personal, muy cordial y atento a las necesidades del primero al último. Dista bastante de ser un hotel de 4 estrellas, no justifica pagar de más por esa supuesta diferencia de categoría ya que no la posee.
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