No es la primera vez que visito el lugar, pero en particular quisiera reconocer la proactividad del personal de recepción quien amablemente, ante la inasistencia de una persona, ofreció realizar un reembolso de una habitación. Comúnmente estos trámites no se realizan, sino que se reagenda en otra fecha: no hay devoluciones. En el caso la devolución fue de manera inmediata y en efectivo. Respecto al lugar, el concepto de tener en tu propia habitación un espacio de tina con agua termal es lo más destacable del lugar, que lo hace muy diferente a otros similares. La comida del restaurante es tipo buffet y es bastante buena, en contraste a otros lugares de buffet, la comida tiene buen sabor y variedad, y vuelven a surtir los alimentos que se terminan. El personal del hotel, además de la recepción, excelente; tuvimos un incidente con una llanta ponchada y el personal del estacionamiento se ofreció a cambiarla. En suma, una opción excelente de descanso y olvidarse del día a día. Solamente haría 3 observaciones finales: 1) La idea del lugar, me parece, es hospedarse y aprovechar los alimentos, es decir, no salir del hotel, pues si se tuviera que regresar a Chignahuapan el camino es de terracería y conlleva unos 20-25 minutos. 2) En el baño sería conveniente colocar un toallero o soporte para la toalla de manos. 3) Por las mañanas, particularmente, el agua de las albercas está demasiado caliente. Creo que aunque se trate de una característica y forme parte del concepto de "agua termal" también sería conveniente que el agua estuviese algo más tibia.
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