El alojamiento no está mal calidad precio. La habitación te la limpian todos los días y el cambio de toallas es diario. Quizás huele a humedad porque es antiguo y si no te gusta puede resultar desagradable. Pero eso es algo sin importancia, pues no a todo el mundo le incomoda. También está muy bien situado con respecto al pueblo y a Mercadona, puedes ir caminando. La casera es muy amable, lo único que nos hizo sacar en un cajero para pagar en efectivo. Algo que no nos importó hacer. Ya habíamos leído en reseñas anteriores que no éramos los únicos. Mi consejo, no aparqueis en el jardín. He vivido una pesadilla de viaje a la vuelta. Han entrado infinitas hormigas dentro del vehículo. Me voy con mal sabor de boca por eso. ¡Un horror! Jamás me había pasado aún dejando el coche aparcado en el campo. Espero que os haya servido de ayuda.
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