El día 5 de diciembre nos alojamos en la habitación doble con baño privado. Nos costó encontrarlo ya que no estaba indicado en el portal y es en un bloque de pisos. Dentro de un piso hay varias habitaciones. La calefacción no funcionaba y la solución fue poner un radiador programado a gusto de las dueñas. Que menos que poder controlarlo nosotros. Menos mal que entre los armarios que rebuscamos encontramos un edredón ya que el frío era considerable (algunos ni poder usarlos porque estaban cerrados con llave). En otros cajones había sábanas, imagino que las de los siguientes clientes allí delante. En la descripción de la habitación ponía cama de 130 a 150 cm y no llegaba ni a 120. Los enchufes cerca de la cama inexistentes. Respecto al baño no había ni espacio para la alfombrilla de la ducha. En la descripción de la habitación, ponía que había cocina disponible pero en ningún momento se indicaba que era compartida con otras personas. Tras la dura noche, nada mejor que un desayuno más digno de un comedor escolar que de una habitación con valor de 95 euros. Juzguen ustedes mismos. Tras recoger, solicitamos la hoja de reclamaciones a la dueña y para nuestra sorpresa no está disponible. Nos informa que hablemos con Booking. Tras varias llamadas a Booking y emails sin conseguir ningún tipo de indemnización escribimos esto.
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