Hermoso hotel, para los amantes de lo antiguo. Brinda descanso perfecto, rodeado de campo y cielo. Los cuidadores, una pareja joven, nos dieron rica comida, nos atendieron con mil favores. Todo era lujoso y bello, a la par que rural y austero. En la habitación, flores recién cortadas. Y en la galería y salas, quizás ¡quién sabe! algún fantasma. La administradora, un amor: nos permitió cambiar la fecha de la reserva: llegábamos de noche, cansados y con llovizna, sin conocer el hotel... nos dio temor y en el pueblo nos alojamos. Pero a la vuelta, de día, vimos que no era lejos desde el asfalto, y allí quedamos. Para uno y más días, lo recomiendo!!
Terjemahkan