Llegamos cansados y ateridos de frío, hacía un viento glacial (a más de 1500 m de altitud). El Hostal estaba cerrado, terminada la temporada de Navidad. Pese a ello, nos abrieron y nos permitieron pasar la noche y nos alimentaron a base de bien. La pareja que lo regenta fueron extraordinariamente amables y cordiales. Eva guisa muy bien. Unas vistas maravillosas. Sentimos no poder prolongar nuestra estancia.
Terjemahkan