La habitación estaba muy limpia y la cama era cómoda, pero nada más entrar te das cuenta de que necesita una reforma. El baño es muy anticuado, y, en términos funcionales, tienen que centrarse en varias cosas (pestillos que no cierran bien por oxidados, puertas que tampoco encajan del todo...). El personal muy amable y atento en todo momento a cualquier cosa (me ofrecieron un cambio de habitación si tenía problemas con el ruido), y el hecho de poder aparcar dentro de forma gratuita si hay sitio te da mucha tranquilidad. En general mi experiencia fue buena, pero considero que, con una ubicación tan buena como la que tiene (junto al puente y a un parking público gratuito), si le hicieran un lavado de cara atraería más gente y la experiencia general sería más satisfactoria.
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