Exe Alfonso VIII

Hotel bonito

El hotel está situado a unos metros de la Puerta de Talavera que te da acceso directo a la Plaza Mayor y desde allí poderse mover para visitar la ciudad. Esta situación privilegiada tiene algún pequeño inconveniente que se soluciona con el correo previo que te envían dándote indicaciones de donde realizar la descarga del equipaje y dónde aparcar (ambos justo enfrente del hotel). Mi recomendación es que si tienes contratado el aparcamiento, por cierto, no muy ancho en sus plazas y con accesos de complicación media, vayas directamente a él y subas las maletas (pregunta antes por el acceso de los distintos ascensores). Si no, en el GPS sitúa la zona de descarga para evitar dar alguna vuelta de más por sus calles. El hotel es en general antiguo... y en particular, también. Escalera con moqueta en todos los tramos, decoración e instalaciones ad hoc. La habitación que tenía, muy amplia, estaba, en mi opinión, desaprovechada. Al cuarto de baño se le nota el uso y van cambiando los elementos según necesidad. Estrechito el mío, porque para sentarte en la taza tienes que estar en diagonal si mides más de 170 cm. Terrazón desaprovechado pero agradable para estar por la noche tomando el fresco (el mobiliario de la terraza escaso y en regular estado). Cama muy cómoda a mi parecer. La atención del personal, tanto de recepción como de cafetería, muy buena y son muy amables. Solo hay disponible desayuno, que es correcto, de todo un poco (hay de todo, pero poco).

Hotel tranquilo, de corte señorial, sin muchas habitaciones, muy cerca del centro histórico. Nos llamó la atención la calidad del desayuno, con productos de la tierra. No dispone de aparcamiento aunque tienen un acuerdo con un aparcamiento al lado.