Hotel Campestre Santa Lucia

I had have an incredible experience on this hotel which provide me, service, attention, support. I strongly recommend this hotel and for sure you will enjoy it. looking forward to book again on this hotel.

Buen lugar con excelente ubicación, atención especial. Precios cómodos, buena infraestructura. Los cuartos son muy cómodos y agradables. Su restaurante tiene un buen menú para todos los gustos con precios muy aceptables. En cuanto a la atención al cliente es buena pero puede mejorar.

Encontramos este hotel por hopper, sin ningún tipo de recomendación, y fuimos gratamente sorprendidos. Es un hotel campestre muy agradable, sus instalaciones muy modernas y con acabados de primera. El desayuno fue exquisito, como el que haría una abuela en casa Se vive un ambiente muy familiar entre los trabajadores y huéspedes. Solo estuvimos un día y si algún día volvemos, sin duda lo escogeríamos nuevamente.

En términos generales el hotel es muy bueno, instalaciones en excelente estado, las habitaciones amplias, bien aseadas y la cama muy cómoda y confortable, el baño es de buen tamaño y cuenta con agua caliente, en la habitación hay A.A, televisor, closet y almohadas muy cómodas. El hotel cuenta con jacuzzi, sauna los cuales son encendidos a las 19:00 y una piscina no climatizada pero para nadar en el día está bien,en la noche si es fría, también tiene una zona de.hamacas. El restaurante en terminos generales tiene buenos precios, la comida es aceptable. Un inconveniente es que algunas personas cuando utilizan el jacuzzi utilizan el parlante del.hotel y la música se escucha dentro de.las habitaciónes lo que incomoda para dormir con el ruido que se genera y más si estan bebiendo porque puede ser hasta la madrugada y no hay a quien decirle para que controle este tema. Algo que empaña esta buena opción de hospedaje en el quindio, es la atención y servicio de recepcionista, su mala actitud y disposición para brindar soluciones y opciones es siempre de " no se puede" y su forma de.decir las cosas no es de las respetuosas, la verdad está Sta no parece ser del Quindio porque algo que caracteriza a la gente de esta zona es su extrema amabilidad, calidez, respeto y cordialidad, para lo cual está persona carece totalmente, leyendo los demás comentarios, hay más opiniones al respecto del servicio en este hotel, así que si no mejoran en esto, sería una lastima porque el hotel es bueno. Otro hecho el cuál nos pareció incómodo y que desafortunado,es que nuestro vuelo de regreso a casa era a las 6:45 am, solicitamos a la recepción si nos podían dejar algo de desayuno y la respuesta fue un rotundo " ni se puede",además el "desayuno es regalado" , claramente no es regalado, eso se paga en la tarifa; entendemos que el personal de.cocina no es 24 horas pero con manejo y programación se puede dar solución, tuvimos que recurrir a hablar con la encargada del hotel y al final casi que rogando( Proque tampoco tiene buena disposición ni actitud, cómo que no les gusta que se les retroalimente de las falencias que tienen)nos dieron una porción de fruta,café y pan, para que llegar hasta estos inconvenientes y desafortunados momentos si se le pue de dar manejo, hasta en los grandes hoteles se hace,así que espero el hotel tomen como recomendación y experiencia estos sucesos. Una felicitación y reconocimiento muy especial por su excelente servicio, don de gente,actitud positiva y dispuesto a atender todas las necesidades de los clientes, es para chucho y José, ojalá todos en el hotel tuvieran esa forma de ser y así este hotel sería un Paraíso.

Los muros tenían la mejor de las intenciones pero falló la parte humana. Queríamos pasar un fin de semana en familia - 20 personas (la mayor parte quedándose dos noches) de una típica familia colombiana, que está regada por todo el país y que busca mantener la unidad familiar una vez al año con un encuentro familiar, está vez en el Eje Cafetero. Encontramos en el Hotel Campestre Santa Lucia en Montenegro (Quindío) una estructura excelente. Pero el empaque bonito era engañoso: la gerencia tiene la mentalidad de burócratas, personas que entienden su negocio como un favor y no como un servicio. La famosa amabilidad de los Quindianos - ahí la buscábamos en vano. Todo estaba prohibido. No toquen, no hagan, no canten, el desayuno hasta cierta hora, a los que llegaron diez minutos tarde, les negaron el servicio. Lo mismo a la hora de la comida. Servicio hasta las siete y media. Los que tenían que estar en el aeropuerto a las ocho de la mañana no recibieron desayuno aunque estaba pagado anticipadamente porque desayuno había a partir de las ocho. Tolerancia zero. Devolución de dinero: nada. Cualquier cambio de la comida: cobro adicional. Alguien pidió una ensalada en vez de arroz. Cobraron dos platos. El plato fuerte más una entrada. Dejamos alrededor de 7.000.000 de pesos en este lugar y ni siquiera ayudaron a las personas de edad mayor de 75 y 70 años con las maletas. Qué bueno que el primer día ni siquiera había agua caliente. Por lo menos nos ayudó a mantener la sangre fría y así la compostura.

El primer día no hubo agua caliente. Cómo teníamos que salir a las 7 am para el aeropuerto no nos dieron desayuno. El restaurante en la noche cierra a las 7.30 pm que cuando uno está de vacaciones es bastante temprano. La forma de transmitir las políticas del hotel es bastante hosca. No dan alternativas. Lástima porque el hotel es muy bonito.