Nuestra experiencia en este hotel de cuatro estrellas no cumplió con nuestras expectativas. La habitación era bastante antigua, con el papel pintado levantado y rayones en el suelo de las puertas. Además, la bañera tenía cortinilla, lo que resulta ser poco práctico e higiénico. Y destacar, que no contaba con productos de higiene que suelen dar en otros hoteles de la misma categoría (cepillos de dientes, acondicionador, etc) El secador de pelo no funcionaba bien, así que tuvimos que pedir uno en recepción, que tampoco era de gran calidad. Otro inconveniente fue el ruido; se escuchaba todo lo que pasaba fuera de la habitación y en las otras habitaciones, lo que dificultó un buen descanso. El comedor era demasiado pequeño y había mucho barullo, además de las colas para entrar. Aunque el Palacio del Agua fue agradable, durante nuestro masaje en pareja, en la zona de spa, la temperatura era demasiado fría para ser una zona de relajación. En resumen, hay varios aspectos que necesitan atención para mejorar la experiencia de los huéspedes y cumplir con las 4 estrellas del hotel.
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