He estado una semana hospedada en este hotel y la experiencia fue muy positiva, pero lo que realmente superó las expectativas fue la cafetería .Allí nos encontramos con dos personas que marcan la diferencia : Fernando siempre atento y amable y Jose un chef como la copa de un pino, con verdadero talento,pero lo que destacaría es su lado humano,con con un trato cercano,amable, que te hace sentir como en casa, gran persona La comida es casera ,sabrosa ,abundante y con precios muy asequibles, siempre pendiente de que todo ,José se pasa por las mesas para interesarse si todo está a nuestro gusto y correcto. Esta atención tan personalizada no se ve en muchos sitios . Siempre agradecida, nos volveremos a ver
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