Seguramente existe una diferencia abismal entre los apartamentos (razón por la cual se reciben muy buenas puntuaciones) de las habitaciones en la casa. No es que sean pequeñas, pero presentan humedades en paredes y techo, las instalaciones eléctricas son antiguas (por no decir que a veces no funcionan), las ventanas no cierran bien o les falta una parte del porticón y las camas no son cómodas. Tampoco advierten que las toallas se cambian cada dos días. Eso sí, hay aire acondicionado. El personal hace lo que puede con estas limitaciones. En general, se podría decir que falta mantenimiento y reforma de las habitaciones de la "casa grande". Lo mejor es, sin duda, el entorno (aunque el acceso es una por una carretera de arena de 1km con bastantes socavones y algo estrecha para dos vehículos en sentido contrario), el desayuno (con productos locales y zumo de naranja natural autoexprimido) y la piscina.
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