Creo que es el alojamiento del que más orgullosa he estado en mi vida por haber encontrado. Soy de las que investigo muchísimo para sus viajes y me costó decidirme por este hotel porque los precios se escuchaban demasiado buenos para ser ciertos. Después de ver muchísimas opciones, porque las hay, decidí arriesgarme y reservar aquí. ENORME ACIERTO. Nunca había pagado tan poco por una habitación privada y encima con esa calidad de sueño y servicio. La habitación es pequeña, pero para una persona es más que suficiente. La cama cómoda (diario pasaban a limpiar y acomodar, algo que en mucho hostales/B&B de este tipo no hacen), todo muy limpio, lugar bastante bonito, desayuno sencillo, pero rico y té de coca a disposición. La vista desde el desayunador es HERMOSA!!! El personal súper amable y atento a todas tus necesidades. Está súper cerca de la Plaza de Armas, con una panadería en la esquina y en donde jamás me sentí insegura. Único punto negativo que le daría, es que la regadera o sale HELADA o sale ARDIENDO, nunca la pude regular y el bañarme fue un suplicio. Eso y ojalá pusieran cortinas un poco más gruesas, porque en la mañana entra mucha luz. Fuera de eso, 100/10, definitivamente me quedaría aquí cada que vuelva a a Cuzco!! Gracias por todo :)
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