Estamos muy disconformes con el servicio prestado por el alojamiento. Al momento de reservar a través de la "central de reservas" plantearon términos que luego el personal del hotel modificó al arribo. Nos comunicamos con la central y se mantuvieron en la postura de alteración unilateral de las condiciones de contratación. Se ve que nunca se instruyeron sobre derecho del consumidor y atención al cliente. Puntualmente, la tarifa ofrecida incluía "desayuno y una comida al día con platos típicos". Al llegar nos anoticiaron que esa comida debía ser el almuerzo, que si queríamos que fuera cena podíamos cambiarlo con justificación, pero que eso acarrearía un recargo. Según con quien hablaras, el motivo eran cuestiones de organización o que la cena incluía proteína (solo una de las dos cenas que finalmente tomamos la incluyó). Sea lo cual fuera la excusa, no es imputable al huésped, concepto que parece que no comprenden. La diferencia a pagar era totalmente insignificante (un 1% del total abonado) lo que da cuenta aun más del nivel de atención que brinda el lugar. En vez de tratar de enmendar la cuestión, se reafirman. Eso de que el cliente siempre tiene la razón se ve que tampoco nunca lo escucharon. En cuanto a las instalaciones, más que rústicas son precarias. Al menos en nuestra habitación, la puerta del baño era de machimbre desvencijado, que no cerraba ni llegaba al piso, como tampoco llega al techo la pared del baño, ni la de la cava del hall de acceso al hospedaje que se mete en la habitación; lo que da cuenta de la falta de aislación acústica y consecuente privacidad que uno puede esperar. Se escucha absolutamente todo lo que pasa en el baño, la cava, la cocina.. hasta cuando mueven un cubierto. Eso se agrava porque tampoco tienen vidrios las ventanas (solo mosquiteros con algunos agujeros y postigos con mil hendijas, al igual que la hendija que hay abajo de la puerta de la habitación donde alguna vez hubo un burlete) así que puede ingresar a la habitación cuanto bicho sea y si te toca frio en invierno, no creo que con un aire frio calor alcance para calefaccionar con tanto hueco. Lo único rescatable de este lugar es el predio en sí, la amabilidad del resto del personal (limpieza, mantenimiento) y la cocina de quienes están a cargo de la misma en este momento (Níspero), que es realmente muy buena. Alójense en otro lado y vayan a comer ahí. Por lo demás, la relación precio calidad del alojamiento es pésima. Si quieren vivir del turismo deberían capacitarse un poco más.
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