Patagon Backpackers

Realice un viaje por unos días a las catedrales de Mármol via ferry desde Quellon, al respecto, me hospede por tres días en el hostal Patagon Backpackers en la ciudad de Coyhaique. Primero, al llegar el día viernes a medio día había un gran desorden en el equipo de trabajo, un amigo había hecho una reserva para mí, dejando explícitamente escrito y hablando personalmente con un encargado, que yo iba a ocupar la habitación, pero la encargada de ese día, no tenía idea y había hecho la reserva a nombre de mi amigo. Cuando llegue a los baños, estos se encontraban sucios y con fragmentos de papel sanitario en el piso. Al momento de guardar mis cosas en el refrigerador, este se encontraba muy desordenado, con envases plásticos que ni siquiera tenían contenidos guardados dentro. Cuando le pregunté a la encarga como guardar mis cosas, lo único que recibí fue una mirada de desagrado, situación bastante *********, considerando el desorden general que había en el hostal, y sobre todo en el refrigerador Por cierto, debo mencionar que en ningún momento se explicó las reglas del hospedaje, a excepción del cierre de la puerta, tuve que inferir por mis compañeros de habitación y un cartelito minúsculo en la cocina. En la noche de ese primer día, un huéspedes se puso a hablar a gritos sobre las duchas, que aparentemente estaban tapadas y se juntaba agua -lo cuál termino siendo cierto cuando las ocupe- era tarde, tipo 11 de la noche y en mi habitación todos estaban durmiendo puesto que salían temprano a realizar sus excursiones. Ninguna encargada fue capaz de pedirle que bajaran la voz, el chico se aburrió de gritar y se llevó el sueño de toda la habitación. Finalmente, el día que me retire, las duchas no tenían agua caliente, espere diez minutos hasta que me aburrí y me termine duchando con agua fría. Considérese que ese día estaba muy helado y con fuerte viento. En cuanto a las encargadas, brillaron por su ausencia, recién el día de mi salida, me vine a enterar que eran nada menos que tres, puesto que estaban todas conversando en la cocina, irónicamente, ese fue el día en el que se presentaron. La verdad, sentí cero interés de las encargadas por hacerte pasar una buena estadia, estaban más interesadas en conversar entre ellas que sociabilizar con los huéspedes. De hecho, cuando ocupe el televisor para ver la noticias, esto debido a que en mi excursión no tuve señal y justo ocurrieron las marejadas en la costa central, una encarga, literalmente, me quito el control de la mano para cerrar la cuenta de Netflix, que, por cierto, no sabía cómo cerrar y le termino ayudando el hijo pequeño de una huésped. En resumen, nunca me sentí acogido como en otros hostales dónde te entregan recomendaciones o por último te preguntan cómo estás, cuando consulte sobre la posibilidad de realizar más excursiones, la encargada no tenía idea y solo me dió indicaciones vagas y evidentes. Sobre eso, creo que la única vez que ví contenta a la encargada fue cuando le confirme que el pago