Si no encuentras otra opción y no tienes mas remedio que quedarte a dormir en Chipiona, vale. Si no, mejor busca otro lugar, porque este deja bastante que desear. La ubicación es lamentable, a pie de carretera en una zona como abandonada. Cuando llegué lo encontré cerrado y con un número de teléfono al que tuve que llamar como 10 veces para que me lo cogieran. Las habitaciones, aunque limpias, son bastante básicas. En el baño faltan detalles básicos, como una toalla para el suelo o una pastilla de jabón o gel de baño. Es lo mínimo creo yo, para el precio que hay que pagar (40€ en septiembre). Lo único bueno es que hay aparcamiento y que tienen aire acondicionado. Ninguna seguridad en el acceso al recinto, ya que dejan ambas puertas de acceso encajadas sin cerrar y se puede colar cualquiera.
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