Estuvimos dos amigos y yo alojados en República durante dos noches, y tuvimos tour de por medio, por lo cual no pudimos disfrutar tanto de las instalaciones como nos hubiera gustado. Me permitieron hacer el check-in antes que mis amigos (la reserva estaba a nombre de uno de ellos) porque mi vuelo llegaba dos horas antes que el suyo. El hostel se emplaza sobre una casona antigua, típica cartagenera, pero bien mantenida. Muy cerca hay tiendas de todo tipo, un supermercado Éxito, parques, la Torre del Reloj y el Café del Mar. Las habitaciones son algo calurosas durante el día, pero se puede soportar al menos en la temporada en la que viajé (invierno del hemisferio norte); sin embargo, de noche resultaban muy frías pues solo en ese horario se permitía encender el AC (cuando debería ser en la mañana) y lo ponían con una temperatura muy baja, lo cual me hacía tener que taparme al dormir cuando pensé que hubiera bastado con una sábana ligera. Las camas eran cómodas e incluían tonacorriente, luz interior y cortina para privacidad. La llave es electrónica como tarjeta sin contacto, pero los lockers debían cerrarse con un candado común que debe comorar el huésped (llevé el mío, por suerte). Mis amigos dejaron sus equipajes en el área común de la habitación, aún así no hubo casos de robos ni pérdidas. El horario de silencio se respetaba, durante la madrugada estaba casi todo oscuro y sin ruido. El hostel no dispone de restaurante, pero sí de un bar y una cocina. No pude usar el bar ni tuve tiempo de disfrutar de la piscina. Sí pude hacer uso de los desayunos, los cuales eran muy buenos y diferentes cada día y se preparaban en la cocina, la cual luego era liberada para uso de los huéspedes. No supe de la disponibilidad de actividades de integración para los huéspedes, pero pude ver que algunos se juntaban en el bar. Precio de la noche es bastante económico, y vale la pena. Cosas para mejorar: la limpieza de los baños comunes y duchas. No estaban sucios, pero tampoco eran la pulcritud andante. Las duchas solo tienen agua fría, lo cual para mí no fue un problema dado el calor de Cartagena, pero algunos turistas estadounidenses y europeos podrían verlo como un punto negativo. Personalmente, sí volvería a República por sus precios económicos y la cercanía a todo lo interesante, además de estar en una zona que te hace sentir que realmente estás en Cartagena.
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