este viernes mi amiga y yo teníamos una reserva en el Balneario Caldas de Luna para realizar el circuito y disfrutar de un masaje cada una. habíamos elegido este balneario por el buen trato y por la buena experiencia de la última vez, hecho que no se repetiría en esta ocasión. en el viaje de ida mi amiga y yo tuvimos un accidente en carretera y lo primero que hicimos fue llamar al balneario para pedirles ayuda y que conocieran nuestra situación. la primera vez que contactamos con el balneario, me colgaron nada más que me oyeron llorar por lo que había pasado. durante la segunda llamada (que también se produjo de nuestra parte, no del balneario) le volvimos a explicar la situación a la recepcionista que lo único que hizo fue decirnos que nos iba a cobrar la cantidad acordada de la reserva (120€ en total) porque su política de cancelación (que, por supuesto, no incluía accidentes a pesar de que el centro se encuentra en plena montaña) no admitía ni cambios ni devolución del dinero. por ello, nada más que colgué el teléfono, recibí, mientras esperaba la llegada de la grúa, una notificación del banco que me avisaba del cobro del balneario. entiendo que, si hubiera habido heridos o incluso fallecidos, también me habrían cobrado la cantidad, ¿verdad? en la tercera llamada, que también se produjo de nuestra parte, la recepcionista volvió a recordarme con mucha falta de tacto la política de cancelación del balneario (argumentando que estas cosas "pueden pasar", comparando el accidente con un posible catarro, que también puede ser un imprevisto, claro está). durante el transcurso de esta llamada, tampoco hubo preocupación por su parte (no nos preguntó en ningún momento cuál era nuestro estado de salud, si nuestro coche o nosotras habíamos sufrido daños, etc.) y tuve que ser yo la que le preguntara si, a pesar del accidente, podríamos disfrutar del circuito o del masaje cuando la grúa viniera a asistirnos. cuando por fin llegamos, el trato de la recepcionista no volvió a ser el adecuado, ya que discutía con nosotras sobre la política de cancelación de su empresa y ponía en duda todo lo que había pasado durante el transcurso de estas llamadas. por supuesto, tampoco se produjo la pregunta acerca de nuestro estado o del estado del coche. la única pena que me da es que no vamos a volver a probar las aguas termales, que es lo único que merece la pena de ese lugar, porque lo que es el trato deja mucho que desear.
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