Torre Alta de Ram

Era la primera vez que nos alojamos en un Hotel Rural y nos sorprendió gratamente, tanto por el trato personal de la dueña, el desayuno, el lugar es magnifico, la tranquilidad y desconectar es el lugar perfecto. La cama y las almohadas igualmente perfectas. Sin duda alguna repetiría, aunque se la España vaciada. Tanto a mi mujer como a mi nos gustó y veníamos de Las Palmas de Gran Canaria .

Hola, quería dejar por escrito lo que siento cuando descubro un lugar cómo Torre Alta de Ram. Es un lugar con alma, que le trasmiten sus dueños Elena y Guillermo. El llegar y hacerte sentir como en casa no tiene precio. El ventanal de la sala de estar es una estampa de los pueblos del Matarraña, cómo Alcañiz con su Iglesia y Castillo y su mar de almendros en primer plano. Torre Alta de Ram te da tranquilidad y te hace sentir bien.

Alojamiento ubicado fuera del casco urbano, pero relativamente cerca. Lo único que te puede despertar, son los pajaros. Yo como organizador he sido felicitado por el resto de acompañantes, por la elección. Sitio tranquilo, con muchp encanto, con un gusto exquisito en la decoracón. Gracias a Elena y Guillermo por su amabilidad y deseo de que todo estuviera bien. Desayuno muy honesto con casi todo casero, aunque el unico detalle un poco negativo, es que lo que se acababa, ya no volvia , aunque en si, es generoso. Muy agradecidos. Cierto que colchon y almohadas, son muy comodas

El sitio es precioso, decorado con mucho gusto y encanto. Lo llevan un chico y una chica que son realmente amables. El día que llegamos, ella nos enseñó todo el hotel. La habitaciones son muy acogedoras y el sitio es super tranquilo. El desayuno, que nos lo sirvió él por la mañana, muy casero y rico. Se ve que ponen mucho cariño en lo que hacen. El inconveniente para mi, es que no solo está lejos del pueblo (que también), sino que además hacer el camino andando y de noche, sería peligroso por tener que hacerlo por caminos sin luz ni aceras. Hecha mi queja al llegar, me contestaron que los 1700 metros que pone la web, son hasta el "municipio" de Alcañiz, no al centro. Lo dicho, necesitas coche sí o sí para ir al pueblo, o bien pedir un taxi. Salvando esto, merece la pena, y de hecho yendo advertido de ello, se lo recomiendo a cualquiera que quiera estar tranquilo.

Un lugar encantador, el cliente debe ser consciente que no se trata de un hotel corriente dentro de la ciudad sino un establecimiento rural a muy pocos minutos en coche, donde puedes sentirte en plena naturaleza sin ningún agobio, es una casa muy bonita con zonas comunes muy interesantes y un jardín y terrazas muy relajantes. Elena se ocupa de todo incluido el fantástico desayuno y te contagia su energia (ella y su eterna sonrisa forman parte del encanto del establecimiento) y Guillermo siempre simpático y dispuesto a atenderte. Yo leí toda la información y sabia a donde iba pero todo en su conjunto superó mis expectativas.