La experiencia ha sido prácticamente perfecta. La limpieza, los detalles... Las toallas eran mullidas, el baño constaba con secador, discos de algodón, toalla para el rostro... algo que agradecí mucho. La habitación estaba completamente climatizada con un aire acondicionado/calefacción, y el baño también constaba con calefactor. Pedimos desayuno tras nuestra segunda noche, y fue maravilloso. Buen café, dulces típicos del pueblo, yogur con muesli, mollete con zurrapa... y dejaban repetir si quisiéramos. Pero lo mejor, sin duda, el trato. La pareja es un auténtico encanto, cercanos, y muy hospitalarios. Con muy buena energía. Nos hablaron de la reforma de la casa, nos proporcionaron información y una ruta sobre el pueblo... La experiencia fue mil veces mejor gracias a ellos. Recomendamos. El emplazamiento, también, está en muy, muy buen sitio, a dos minutos de todo lo que puedas necesitar (puntos de interés, restaurantes, etc.) Y con unas vistas preciosas.
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