No puedo estar más contenta con la experiencia que ofrece esta casa rural. Fuimos con mi pareja ya que él había ido en el 2008, en el 2022 sigue siendo increíble. Para empezar las vistas de la habitación transmitían una tranquilidad inmensa, además esta estaba super limpia, era muy cómoda y contaba con una terraza espectacular. El desayuno nos dejó maravillados, cada día te sorprendía con un plato nuevo, estos siempre incluían frutas, zumos naturales, tostadas y unos huevos revueltos exquisitos. Otra cosa a destacar, son las cenas, cada una con 3 o 4 entrantes distintos, siempre acompañadas de pan y un aceite de oliva de cultivo propio, luego un plato principal, también excelente y unos postres deliciosos. Pero lo mejor fue la atención, Salva fue super amable con nosotros y nos hizo sentir muy cómodos. Recomiendo completamente este sitio y espero volver pronto.
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